TEXTO DESCRIPTIVO
MI FIN DE SEMANA
Para el fin de semana se
planeó un viaje Anapoima para celebrar el cumpleaños del esposo de mi
tía-abuela.
El sábado en horas de la mañana, tuve que levantarme a terminar de empacar las
maletas de viaje. Luego de haber terminado me dirigí al salón de belleza para
que Yolanda, la señora que me depila las cejas, me atendiera. Para antes de
viajar, tenía que pasar por mi tía y así encontrarnos con mis padres, en la
fábrica donde trabajan. Íbamos tarde para encontrarnos con ellos, no lográbamos
conseguir transporte así que mi primo nos colaboró con ello.
(Mi padre, en ocasiones suele ser un poco desesperado y de mal genio) Él me
pidió el favor de comprar una tarjeta de regalo, y si, se me olvidó, pero en
ese momento aún tenía tiempo mientras llegaba el carro de ir a comprar la
tarjeta, así que corrí y corrí, hasta conseguir la tarjeta y aun así no la
conseguí y ya se pueden imaginar la cantaleta por solo una tarjeta, así se fue
pasando mi mañana en medio de afanes y regaños.
Al medio día ya estábamos en camino para Anapoima, y para el transcurso del
viaje compramos algo de comer. Llegamos a nuestro destino tipo 4 de la tarde,
más o menos; nos dirigimos para la finca de mi tía y ahí si llegar a la finca
donde se iba a realizar la reunión el domingo. Al llegar compartí un rato en
familia y luego pasé a descansar.
El domingo, mientras
preparaban el desayuno, me levanté adelantar un trabajo que teníamos pendiente
para el lunes y así se me fue la mañana. Al medio día empecé a alistarme para
la reunión que empezaba a las 2 de la tarde. Luego almorzamos en familia,
mientras que llegaba una agrupación norteña que mi tía había contratado;
bailamos, tomamos y disfrutamos del día.
Compartí con ellos hasta las 10 de la noche porque me sentía cansada, así que
pasé a descansar.
El lunes, me levanté a
desayunar y alistarme para regresar a Bogotá, pero no habíamos tomado en cuenta
que hasta las 4 de la tarde dejaban entrar a los carros con placas terminadas
en número impar, así que debimos esperar y nos regresamos tipo 5 de la tarde.
Mientras que esperábamos, me puse adelantar el trabajo que tenía para el
martes. De camino a Bogotá intenté terminar el trabajo, pero por carretera era
imposible ya que me suele dar mareo si voy leyendo o voy haciendo algo. Llegué
un poco enferma a mi casa y también llegué muy tarde, por la cantidad de carros
que estaban entrando a Bogotá.
Así fue como terminó mi
día y mi fin de semana
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